La tranquilidad del municipio de Piendamó, ubicado en el corazón del área metropolitana de Popayán, se vio abruptamente interrumpida este miércoles 26 de marzo por un nuevo y alarmante acto terrorista. Una moto bomba detonó en pleno centro de la localidad, en medio de hostigamientos con ráfagas de fusil dirigidos a la estación de Policía, dejando un saldo preliminar de un menor herido, así como otros civiles y miembros de la fuerza pública afectados.

El estruendo de la explosión resonó alrededor de las 2:00 de la tarde, cuando varios individuos aún sin identificar llegaron hasta el sector conocido como Las Panaderías. Según relatos de testigos y evidencia capturada por cámaras de seguridad, los sujetos abandonaron la motocicleta cargada con explosivos junto a las vallas que la policía utiliza para el cierre nocturno de vías. Pocos instantes después, el artefacto detonó con una fuerza devastadora, sembrando el pánico y la destrucción en una zona de alta concurrencia comercial.
Un video obtenido por Caracol Radio revela el escalofriante momento exacto de la explosión, mostrando la onda expansiva que sacudió los edificios cercanos y la nube de humo que se elevó sobre el sector. La crudeza de las imágenes evidencia la premeditación y el desprecio por la vida humana de quienes perpetraron este ataque.
María Pillimué, una comerciante local, describió con angustia la escena a El País de Cali: “Esa gente lo hizo fue dejar abandonada la motocicleta, cargada con explosivos, al lado de las vallas de la Policía y que las usan para cerrar las calles en las horas de la noche, después al tiempo detonaron este vehículo, no les importó que este sitio es uno de los más transitados del pueblo, porque es la zona comercial”. Su testimonio refleja la indignación y el temor que se ha apoderado de los habitantes de Piendamó, quienes ven cómo su cotidianidad se ve amenazada por la violencia.
Este ataque en Piendamó no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una preocupante escalada de violencia que azota al departamento del Cauca. Las autoridades han confirmado que este miércoles se desató una oleada de atentados con explosiones y ráfagas de fusil contra estaciones de Policía y bases militares en varias poblaciones del norte del departamento, incluyendo Toribio, Corinto, Caldono, Santander de Quilichao y Cajibío. Esta arremetida simultánea ha obligado a un despliegue masivo de las fuerzas de seguridad y a la activación de la máxima alerta en la región.
Las investigaciones preliminares apuntan a que estos actos terroristas podrían estar relacionados con la conmemoración de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’, fundador y máximo líder histórico de las extintas FARC, quien falleció en 2008. La coincidencia de las fechas sugiere una posible intención de las disidencias de las FARC, fuertemente presentes en la zona, de marcar este aniversario con una demostración de fuerza y violencia.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reaccionó con contundencia ante la ola de violencia que sacude el Cauca. A través de sus redes sociales, rechazó enérgicamente los ataques y anunció una recompensa de hasta 300 millones de pesos por información que conduzca a la identificación y captura de los responsables intelectuales y materiales de estos atentados.
“Hoy, las disidencias han sembrado terror en siete municipios del Cauca con explosivos, drones, hostigamientos y panfletos, causando heridas a un policía en Cajibío. ¡Su cobardía está condenada al fracaso! Colombia no retrocede ante criminales que solo han dejado dolor y miseria. No podemos permitir que estos grupos pretendan conmemorar con más violencia a quienes solo dejaron miseria y dolor en Colombia”, manifestó el ministro Sánchez, evidenciando la gravedad de la situación y la determinación del gobierno para enfrentar a estos grupos armados.
El alto funcionario aseguró que la Fuerza Pública se encuentra plenamente desplegada en el territorio, con el objetivo primordial de proteger a las comunidades y garantizar la seguridad en la región. “No cederemos ante el terror”, enfatizó, enviando un mensaje claro a los grupos armados ilegales de que sus acciones no quedarán impunes.
La explosión en Piendamó y los ataques simultáneos en otros municipios del Cauca representan un duro golpe para la población civil, que vive con la constante zozobra de la violencia generada por los grupos armados. La presencia activa de las disidencias de las FARC en la región, sumada a otros factores como el narcotráfico y la disputa por el control territorial, convierten al Cauca en uno de los departamentos más afectados por la violencia en Colombia.
Las autoridades locales y departamentales han hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para que se fortalezcan las estrategias de seguridad en la región y se brinde mayor protección a la población civil. La comunidad de Piendamó, aún conmocionada por el atentado, exige justicia y garantías para poder recuperar la tranquilidad perdida.
Este nuevo episodio de violencia en el Cauca subraya la urgencia de una respuesta integral y contundente por parte del Estado para desarticular a los grupos armados ilegales y brindar seguridad y oportunidades de desarrollo a las comunidades afectadas. La escalada de ataques en un día simbólico como el aniversario de la muerte de ‘Tirofijo’ advierte sobre la persistencia de estos grupos y su capacidad para generar terror, desafiando la autoridad y poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos. La investigación para identificar y capturar a los responsables de este cobarde atentado en Piendamó se ha convertido en una prioridad para las autoridades, en un intento por enviar un mensaje claro de que la violencia no será tolerada y que se hará justicia por las víctimas.