Desde hace una semana, la instalación de cinco reductores de velocidad en la Avenida Cali, a la altura de la calle 135, ha generado gran preocupación y malestar entre los residentes de una unidad residencial cercana. Los vecinos denuncian que la ubicación de estos dispositivos, a tan solo tres metros de las habitaciones principales de algunos apartamentos, está provocando vibraciones significativas en el edificio y un ruido constante, interrumpiendo gravemente su derecho al descanso.
Según los afectados, el paso de vehículos pesados, especialmente durante la noche, a alta velocidad sobre los reductores, causa que la estructura del edificio «vibra como si estuviera temblando». A esto se suma el estruendo que produce el impacto de los vehículos al pasar por los resaltos, haciendo «tortuoso descansar».

Foto: Derecho de Petición – Denuncia Ciudadana
Si bien los residentes entienden el objetivo de los reductores para mejorar la seguridad vial, señalan que su efectividad es limitada, ya que muchos conductores continúan pasando a gran velocidad, dificultando el cruce peatonal en la calle 135.
Ante esta situación, la comunidad hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se gestione una solución. Proponen la viabilidad de instalar un semáforo o un puente peatonal como alternativas que garantizarían la seguridad de los transeúntes sin comprometer la tranquilidad de los habitantes.

Foto: Derecho de Petición – Denuncia Ciudadana
«Agradecemos su pronta gestión y les pedimos que sean corresponsables con nuestros derechos a un descansar tranquilo como lo tienen ustedes en sus tranquilas viviendas», manifestaron los residentes, esperando una pronta y efectiva respuesta que les permita recuperar la paz en sus hogares.

Foto: Derecho de Petición – Denuncia Ciudadana