En Cundinamarca no hay espacio para el licor adulterado. La Gobernación, junto con la Policía Aduanera y empresas del sector, está intensificando operativos para frenar esta práctica criminal que pone en riesgo la vida de miles de personas. Consumir este tipo de licor puede causar desde ceguera hasta la muerte, por lo que la reacción institucional ha sido tajante.
Uno de los operativos más recientes se llevó a cabo en la localidad de Los Mártires, en Bogotá. Allí, gracias a un trabajo conjunto con empresas como Diageo, Pernod Ricard, Sulicor y la Licorera de Cundinamarca, se incautaron más de 5.500 unidades entre botellas adulteradas, etiquetas, estampillas y tapas falsas. El valor del decomiso supera los $300 millones y una persona fue judicializada por su presunta participación en este delito.
Pero el problema no se detiene ahí. El pasado 20 de mayo, en el aeropuerto El Dorado, se descubrió una nueva modalidad de contrabando proveniente de San Andrés: licor oculto en cajas que simulaban contener frutas y verduras. En ese operativo fueron decomisadas 385 botellas, avaluadas en cerca de $30 millones.
Durante 2025, ya se han realizado 54 operativos interinstitucionales en distintos puntos del departamento y la capital. Como resultado, se han aprehendido más de 14.600 unidades de licor ilegal, se han sellado 52 establecimientos y se han destruido más de 36 toneladas de productos adulterados. Es un esfuerzo constante para proteger la salud pública.
Las autoridades insisten en que la mejor forma de prevenir es comprar licor en sitios autorizados. Verificar que las botellas tengan sus sellos y estampillas en buen estado puede marcar la diferencia entre una celebración segura y una tragedia. Esta es una tarea en la que cada ciudadano también juega un papel clave.
Desde la Gobernación de Cundinamarca se hace un llamado a la ciudadanía a no bajar la guardia. La lucha contra el licor adulterado es una prioridad y seguirá siendo enfrentada con toda la contundencia necesaria para salvaguardar la vida y la salud de los cundinamarqueses y visitantes.
