Comerciantes y vecinos de Suba, preocupados por el aumento de habitantes de calle en zonas residenciales

Comerciantes y vecinos de Suba, preocupados por el aumento de habitantes de calle en zonas residenciales

En la localidad de Suba, comerciantes y residentes han manifestado su creciente preocupación por el aumento de habitantes de calle en varias zonas residenciales. Según los testimonios, este fenómeno está afectando la tranquilidad de los vecindarios y generando un entorno que muchos consideran «inseguro» y «poco atractivo» para la vida diaria.

Varios comerciantes locales aseguran que la presencia de personas en situación de calle ha impactado negativamente en sus negocios. Algunos clientes han expresado su incomodidad, lo que ha reducido la afluencia en ciertos establecimientos. “Es difícil atraer a nuevos compradores cuando el entorno no es el más favorable”, comenta uno de los propietarios de una tienda en la zona.

Los vecinos también han alzado su voz, señalando que la situación ha empeorado en los últimos meses. Aseguran que en ciertos sectores las calles se han vuelto escenarios de actividades ilícitas, lo que incrementa la sensación de inseguridad. “Queremos sentirnos tranquilos en nuestro barrio, pero cada día es más complicado”, mencionó una residente del sector.

Ante esta situación, tanto comerciantes como habitantes han hecho un llamado a las autoridades locales, solicitando la intervención de la Secretaría de Integración Social. La comunidad espera que se tomen medidas concretas para brindar apoyo a las personas en situación de calle y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad en la localidad.

A pesar de los intentos previos por parte de algunos residentes de buscar soluciones a nivel comunitario, los esfuerzos han sido insuficientes para abordar un problema de tal magnitud. Por ello, muchos creen que la intervención de las entidades competentes es esencial para mejorar la calidad de vida en la zona.

La situación, según indican varios vecinos, está en un punto crítico. Suba, una localidad que ha sido conocida por su dinamismo comercial y su ambiente residencial tranquilo, ahora enfrenta el reto de encontrar un equilibrio entre el apoyo a quienes lo necesitan y la preservación de la seguridad en sus calles.

En un reciente debate sobre el uso del espacio público en Bogotá, el asesor jurídico de Suba Alternativa destacó la complejidad del problema de la ocupación del espacio público. Aunque muchos parques han sido recuperados, aún persisten desafíos significativos. En localidades como Suba, la ocupación ilegal de andenes por basuras y vendedores informales está causando problemas tanto en la movilidad peatonal como en el tráfico urbano. Esta situación resalta la necesidad urgente de abordar cómo se regula el uso del espacio público. La ley colombiana prohíbe explícitamente la ocupación del espacio público para actividades comerciales privadas. Esta normativa permite a la Policía Nacional incautar equipos y vehículos utilizados por los vendedores informales. Sin embargo, el vacío regulatorio persiste, especialmente en comparación con otros países como Estados Unidos, donde se otorgan licencias para la venta ambulante bajo estrictas regulaciones para proteger la salud pública y garantizar el orden. El asesor jurídico también abordó los riesgos asociados con la venta informal en la vía pública. Las prácticas de venta en espacios no regulados pueden comprometer la salubridad debido a la preparación de alimentos sin los estándares de higiene adecuados. Además, el uso de materiales peligrosos como gas y gasolina para cocinar en la vía pública incrementa el riesgo de accidentes. Por estas razones, la regulación y no la prohibición total es vista como una solución más viable. La controversia se agudiza cuando se considera la dificultad que enfrentan los vendedores informales para encontrar espacios comerciales adecuados. Según el asesor, muchas veces los espacios ofrecidos por las autoridades no son viables para el comercio debido a su falta de visibilidad y flujo de peatones. Esto impulsa a los vendedores a regresar a las calles principales, perpetuando el ciclo de ocupación ilegal del espacio público. Una posible solución propuesta es la integración de los vendedores informales en áreas comerciales específicas, como las estaciones de metro o Transmilenio, donde el flujo de personas puede garantizar una mayor visibilidad y viabilidad económica. Esta estrategia permitiría regular la ocupación del espacio público de manera que se beneficie tanto a los vendedores como a los consumidores, creando un entorno más ordenado y seguro. Finalmente, el asesor hizo un llamado a abordar el problema desde una perspectiva más amplia, considerando la generación de oportunidades económicas formales y la creación de políticas que integren a los vendedores informales de manera efectiva. Reconoció que la migración y la falta de oportunidades económicas son factores clave en la proliferación de la venta informal, y que es esencial desarrollar soluciones integrales para lograr un equilibrio entre la regulación del espacio público y la necesidad de ingresos para muchos ciudadanos.
By Yenifer Ardila

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts