Delincuencia azota a comerciantes en Suba: El parque principal se convierte en zona roja

Delincuencia azota a comerciantes en Suba: El parque principal se convierte en zona roja

En la localidad de Suba, específicamente en el sector de Sabana de Tibabuyes, la situación se ha vuelto alarmante. Los comerciantes de la zona están levantando la voz para denunciar una creciente ola de delincuencia que afecta gravemente sus negocios y la seguridad de los transeúntes. La preocupación es palpable entre los residentes, quienes aseguran que la situación está fuera de control.

Según los testimonios de los afectados, caminar por las calles de Sabana de Tibabuyes se ha convertido en un acto de valentía. Los robos y atracos se han vuelto comunes, y muchos aseguran que es casi imposible moverse sin temer por su integridad. La sensación de inseguridad es tan intensa que ha llegado a afectar el día a día de quienes viven y trabajan en la zona.

Uno de los puntos más críticos es el parque principal del sector, que ha pasado de ser un espacio de esparcimiento a convertirse en un centro neurálgico para la venta y consumo de estupefacientes. Los comerciantes afirman que la presencia de traficantes y consumidores ha transformado el parque en un foco de preocupación, donde el crimen y el desorden son la norma.

Las autoridades locales han sido alertadas sobre la grave situación, pero hasta ahora los resultados han sido escasos. Los vecinos piden medidas más efectivas y urgentes para frenar el aumento de la delincuencia, así como una mayor vigilancia en la zona. La falta de respuesta contundente ha intensificado la frustración de los residentes y comerciantes.

A medida que la situación empeora, algunos residentes están organizando patrullas vecinales para intentar recuperar la seguridad perdida. Sin embargo, estos esfuerzos individuales no parecen ser suficientes para contrarrestar el impacto del crimen que parece estar en aumento. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es vista como crucial para encontrar una solución.

La situación en Sabana de Tibabuyes pone en evidencia una necesidad urgente de acciones coordinadas para combatir la delincuencia. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando una respuesta efectiva que les permita recuperar la tranquilidad y seguridad en su entorno cotidiano.

En un reciente debate sobre el uso del espacio público en Bogotá, el asesor jurídico de Suba Alternativa destacó la complejidad del problema de la ocupación del espacio público. Aunque muchos parques han sido recuperados, aún persisten desafíos significativos. En localidades como Suba, la ocupación ilegal de andenes por basuras y vendedores informales está causando problemas tanto en la movilidad peatonal como en el tráfico urbano. Esta situación resalta la necesidad urgente de abordar cómo se regula el uso del espacio público. La ley colombiana prohíbe explícitamente la ocupación del espacio público para actividades comerciales privadas. Esta normativa permite a la Policía Nacional incautar equipos y vehículos utilizados por los vendedores informales. Sin embargo, el vacío regulatorio persiste, especialmente en comparación con otros países como Estados Unidos, donde se otorgan licencias para la venta ambulante bajo estrictas regulaciones para proteger la salud pública y garantizar el orden. El asesor jurídico también abordó los riesgos asociados con la venta informal en la vía pública. Las prácticas de venta en espacios no regulados pueden comprometer la salubridad debido a la preparación de alimentos sin los estándares de higiene adecuados. Además, el uso de materiales peligrosos como gas y gasolina para cocinar en la vía pública incrementa el riesgo de accidentes. Por estas razones, la regulación y no la prohibición total es vista como una solución más viable. La controversia se agudiza cuando se considera la dificultad que enfrentan los vendedores informales para encontrar espacios comerciales adecuados. Según el asesor, muchas veces los espacios ofrecidos por las autoridades no son viables para el comercio debido a su falta de visibilidad y flujo de peatones. Esto impulsa a los vendedores a regresar a las calles principales, perpetuando el ciclo de ocupación ilegal del espacio público. Una posible solución propuesta es la integración de los vendedores informales en áreas comerciales específicas, como las estaciones de metro o Transmilenio, donde el flujo de personas puede garantizar una mayor visibilidad y viabilidad económica. Esta estrategia permitiría regular la ocupación del espacio público de manera que se beneficie tanto a los vendedores como a los consumidores, creando un entorno más ordenado y seguro. Finalmente, el asesor hizo un llamado a abordar el problema desde una perspectiva más amplia, considerando la generación de oportunidades económicas formales y la creación de políticas que integren a los vendedores informales de manera efectiva. Reconoció que la migración y la falta de oportunidades económicas son factores clave en la proliferación de la venta informal, y que es esencial desarrollar soluciones integrales para lograr un equilibrio entre la regulación del espacio público y la necesidad de ingresos para muchos ciudadanos.
By Yenifer Ardila

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