En desarrollo de actividades de vigilancia y control, profesionales de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, con el apoyo de la Policía de Carabineros y la administración municipal realizaron un nuevo operativo en la vereda La Chacua, zona rural del municipio de Soacha, Cundinamarca, donde se estaba adelantando producción de carbón vegetal a cielo abierto.
La diligencia fue liderada por la dirección regional Soacha de la CAR, donde la autoridad ambiental pudo evidenciar la presencia de gases contaminantes como dióxido y monóxido de carbono además de sustancias acuosas con temperaturas de hasta 600 grados centígrados.
En el lugar fueron capturados 10 presuntos infractores que estaban realizando la producción a cielo abierto de este mineral en un predio donde se encontraron instaladas tres pilas o camas activas en combustión con dimensiones de 7 metros de largo, 7 metros de ancho y dos metros de altura.
«No se evidenció ningún tipo de procedimiento técnico para el desarrollo de esta actividad, tampoco para el control de las emisiones, se desconocen los parámetros de funcionamiento de las fuentes de emisión para la producción de carbón vegetal. Lo que pudimos establecer es que los gases y vapores emitidos son resultado de una combustión realizada en condiciones antitécnica y sin ningún tipo de control», explicó César Rico Mayorga, director regional Soacha, de la CAR.
El funcionario destacó además que gracias a este operativo se puso freno a la producción y puesta en el mercado de por lo menos 980 bultos de 25 kilogramos de carbón vegetal, pues además de los elementos descritos, también se identificaron 3 pilas listas para iniciar proceso de quema y cuatro más en proceso de armado.
Revisada la cartografía de la Corporación y las coordenadas tomadas en campo se determinó que el área afectada por quema a cielo abierto es de aproximadamente 4.252 metros cuadrados.
A lo anterior se añade la inadecuada disposición de residuos provenientes de la actividad que se observó en el área, lo cual afecta el suelo provocando erosión y pérdida de la vegetación debido a la actividad directa de las camas de combustión para la obtención del carbón vegetal.
“Con las altas temperaturas que afrontamos en este momento y dadas las condiciones en que se ve afectado el recurso suelo por esta actividad, aumenta la vulnerabilidad y riesgo de incendios forestales,”, subrayó el Director Regional de la CAR.