En vandalismo y enfrentamientos con el Esmad y la policía terminaron anoche y madrugada las protestas que acompañaban el Paro Nacional convocado por diferentes sectores, en protesta por la Reforma Tributaria y por el cierre al comercio en Suba.
Una noche de vandalismo se vivió en Suba, donde los delincuentes hicieron de las suyas con saqueos en diferentes establecimientos en los barrios Miramar, Lisboa, Villa Cindy y La Gaitana. Adicionalmente, los desadaptados se ensañaron con algunos daños de contenedores, estaciones de Transmilenio destruidas. Los episodios de violencia dejaron varias personas lesionadas. Los enfrentamientos se extendieron hasta la madrugada.
La jornada se convirtió en un campo de batalla, las arengas en gritos y la movilización en todo un caos. El vandalismo de algunos marchantes acabó con saqueos en varios almacenes de cadena y robos a personas que llegaban a trabajar.
Paralelamente, se registraron ataques contra dos D1 en el noroccidente de la localidad de Suba. A pocas calles de allí, donde se notificaron los primeros disturbios anoche y la madrugada, también se presentaron desmanes en contra de vehículos y hurto a varias personas del sector.
Según el reporte de las autoridades de Bogotá, en la ciudad fueron atacados en total en total 163 buses troncales, 48 zonales y 36 estaciones de Transmilenio.
A las 9:40 de la noche la alcaldesa Claudia López emitió un parte de tranquilidad «la ciudad está absolutamente tranquila, todas las vías, todos los barrios, todas las localidades… Bogotá descansa tranquila en casa y esperamos que mañana podamos retomar las labores», dijo la mandataria. Sin embargo, en medio de esa relativa calma se registraron varios ataques y saqueos a locales comerciales y almacenes de cadena en las localidades de Suba, Bosa, Ciudad Bolívar y Usme.
En Suba, los vecinos salieron armados con palos y cuchillos para enfrentar a quienes saquearon dos locales de la cadena D1 y atacaron un supermercado de Colsubdisidio. Luego de los enfrentamientos, la comunidad decidió preparar una olla grande de café y pasar la noche en la calle para acompañar a los guardas de seguridad ante la posibilidad de un nuevo ataque.
Como a las nueve de la noche cuando ya el comercio estaba descansando emprendieron a romper el D1, reaccionó de inmediato el comercio y los sacó corriendo, la reacción fue muy efectiva. Eran como 40 personas, la policía y el Esmad llegaron casi inmediatamente, hubo dos capturados», narró uno de los comerciantes del sector de Lisboa.
Mientras que en el sector de Tibabuyes un vecino contó como evitaron otro saqueo. «Eran como unos cincuenta, nosotros salimos cómo 400 con palos y machetes, alcanzamos a reaccionar y no dejamos a entrar nadie. Iban a apuñalar al vigilante porque lo vieron solo y cuando vieron la comunidad empezaron a echar piedra mientras se volaron. El celador del conjunto y los vecinos hicieron unos disparos para espantarlos, la Policía llegó como a los 15 minutos cuando ya habían pasado los hechos».