Yolanda Saldívar, la mujer condenada por el asesinato de la icónica cantante tejana Selena Quintanilla-Pérez, vio denegada su solicitud de libertad condicional este jueves por las autoridades carcelarias de Texas. La decisión de la Junta de la Libertad Condicional llega apenas cuatro días antes del sombrío aniversario del crimen que conmocionó al mundo de la música latina y truncó la vida de una estrella en ascenso.

Saldívar, de 64 años, cumple una condena de cadena perpetua por el asesinato en primer grado de Selena, a quien disparó por la espalda el 31 de marzo de 1995 en un motel de Corpus Christi, Texas. La sentencia le permitía solicitar la revisión de su caso tras cumplir 30 años de prisión, plazo que se cumplió este año.
La noticia de la denegación de la libertad condicional ha sido recibida con alivio por la familia Quintanilla y por la legión de seguidores de Selena, quienes aún lamentan profundamente su pérdida. La decisión de la junta significa que Saldívar no podrá volver a solicitar la revisión de su caso hasta dentro de cinco años, específicamente en marzo de 2030.
En un comunicado oficial, la Junta de la Libertad Condicional de Texas explicó su decisión, señalando que “tras una evaluación exhaustiva de toda la información disponible, que incluyó las entrevistas confidenciales realizadas, el panel decidió denegar la libertad condicional a Yolanda Saldívar y fijar su próxima revisión para marzo de 2030”. El documento subraya que “el delito en cuestión presenta elementos de brutalidad, violencia, comportamiento agresivo o selección consciente de la vulnerabilidad de la víctima” que sugieren una “indiferencia consciente por la vida, la seguridad o la propiedad ajena” por parte de Saldívar. En consecuencia, la junta concluyó que “la agresora representa una amenaza continua para la seguridad pública”.
La familia Quintanilla reaccionó a la noticia a través de la cuenta de Instagram de Suzette Arriaga, hermana de Selena. En un emotivo comunicado firmado también por el viudo de la cantante, Chris Pérez, expresaron su agradecimiento a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas por la decisión. “Hoy agradecemos que la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas haya decidido denegar la libertad condicional a Yolanda Saldívar. Si bien nada puede devolvernos a Selena, esta decisión reafirma que la justicia sigue defendiendo la hermosa vida que nos fue arrebatada a nosotros y a millones de fans en todo el mundo demasiado pronto”, manifestaron.

El comunicado también destacó el legado perdurable de Selena: “El legado de Selena es de amor, música e inspiración. Vivió con alegría, se entregó desinteresadamente y continúa inspirando a generaciones con su voz y su espíritu”.
La relación entre Selena y Yolanda Saldívar era cercana y compleja. Saldívar había sido presidenta del club de fans de la cantante y posteriormente administró sus negocios de moda en Corpus Christi y San Antonio. Sin embargo, la confianza entre ambas se quebró cuando el padre de Selena, Abraham Quintanilla, la acusó de malversación de fondos.
En el juicio que se celebró a finales de 1995 en Houston, la fiscalía argumentó con éxito que Saldívar asesinó a Selena con un arma que había comprado, devuelto y vuelto a comprar días antes, motivada por el temor a ser despedida. A pesar de que la defensa de Saldívar alegó que el disparo fue accidental durante una discusión, el jurado la declaró culpable de asesinato en primer grado.
En los meses previos a la solicitud de libertad condicional, un documental de true crime intentó arrojar nuevas dudas sobre las circunstancias del asesinato, aunque sin presentar pruebas concluyentes que contradijeran el veredicto del juicio. Expertos legales consultados previamente habían señalado la improbabilidad de que se le concediera la libertad condicional en su primer intento, recordando que en Texas es raro que se favorezca a los presos en estas instancias iniciales.
Sorprendentemente, la semana pasada, el entorno de Saldívar declaró al tabloide The New York Post que la “agresividad” de Selena fue la que provocó el fatal disparo. Esta nueva versión contradecía la estrategia de defensa mantenida durante décadas, que se basaba en la idea de un accidente durante una acalorada discusión. Este cambio de narrativa fue interpretado por muchos como un intento desesperado de Saldívar por presentar nuevos argumentos ante la junta revisora.
La fiscalía, durante el juicio, desmanteló la versión del accidente, señalando que después del disparo, Saldívar salió de la habitación del motel y se dirigió a su camioneta, mientras Selena, gravemente herida, logró arrastrarse hasta la recepción en busca de ayuda, donde finalmente se desplomó. Los intentos de los médicos por salvar su vida fueron en vano. Tras el tiroteo, Saldívar permaneció nueve horas dentro de su vehículo, amenazando con suicidarse, hasta que un negociador logró persuadirla para que se entregara.
La muerte de Selena y el posterior juicio capturaron la atención del mundo entero. En el momento de su fallecimiento, a los 23 años, Selena ya había alcanzado logros sin precedentes para una artista de música latina en Estados Unidos y para una mujer en el género de la música tejana, dominado tradicionalmente por hombres. Su carisma, talento y conexión con su público la habían convertido en una superestrella en ascenso, y su trágica muerte la elevó a un estatus de leyenda, inspirando una avalancha de libros, estudios académicos, series de televisión y películas. La más notable de estas fue la película biográfica «Selena» de 1997, protagonizada por Jennifer López, que impulsó la carrera de la actriz y cantante y consolidó aún más el legado de la Reina del Tex-Mex.
La denegación de la libertad condicional a Yolanda Saldívar cierra un capítulo más en la dolorosa historia de la pérdida de Selena Quintanilla, pero su música y su espíritu continúan vivos en el corazón de millones de personas, asegurando que su legado perdure para las generaciones venideras. La decisión de la junta reafirma que, a pesar del tiempo transcurrido, la justicia sigue recordando y valorando la vida de una artista que dejó una marca imborrable en la cultura popular.