La obesidad infantil: un llamado urgente a la acción

La obesidad infantil: un llamado urgente a la acción

El preocupante incremento de la obesidad infantil en Bogotá se ha convertido en un tema prioritario para el Concejo de la ciudad. Durante un debate de control político, un concejal impulsó un llamado urgente a las autoridades y actores sociales a tomar medidas contundentes para enfrentar esta crisis de salud pública que afecta especialmente a niñas, niños y adolescentes.

La obesidad no es solo un problema de salud individual, sino una epidemia global que en Bogotá refleja profundas desigualdades sociales. Según cifras del DANE, más de 375.000 personas en la ciudad enfrentan inseguridad alimentaria grave, una situación que agrava el acceso desigual a alimentos saludables y fomenta el consumo de productos ultraprocesados.

«En la pandemia retrocedimos una década en los avances contra el exceso de peso infantil. Esto no puede quedar en el olvido ni en silencio», advirtió el concejal, subrayando cómo el confinamiento, la crisis económica y la falta de actividad física intensificaron este problema.

En este contexto, se convocó a entidades como la Secretaría Distrital de Salud, la Secretaría de Educación y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) para trabajar de manera articulada en la transformación de los entornos obesogénicos que afectan a la niñez bogotana.

En concejal de Bogota Armando Gutierrez propone 

  1. Actualizar la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia, que lleva una década sin renovarse, para contar con diagnósticos actualizados y precisos.
  2. Implementar estrategias más robustas en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), asegurando que cada comida ofrecida sea balanceada y saludable.
  3. Regular estrictamente la publicidad de productos ultraprocesados dirigida a menores de edad, protegiéndolos de mensajes engañosos y nocivos.
  4. Ampliar los programas de actividad física en las instituciones educativas, garantizando espacios seguros y adecuados para la recreación activa.
  5. Fortalecer la educación en nutrición y salud, incluyendo a las familias en procesos pedagógicos que promuevan hábitos saludables desde el hogar.

«Esto no es un problema de voluntad individual, sino el resultado de políticas insuficientes y entornos adversos. Bogotá debe ser un ejemplo de acción decidida para proteger a nuestras niñas y niños», afirmó el concejal, quien además convocó a la academia, la sociedad civil, las empresas y las instituciones del Estado a unir esfuerzos para enfrentar esta problemática.

El mensaje es claro: los menores de Bogotá merecen un entorno que les permita crecer sanos y alcanzar su máximo potencial. La responsabilidad de garantizarlo recae en toda la sociedad.

By Aura Nelly Díaz

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